Visitar Samsha es como viajar a un paraje desconocido donde todo te parece nuevo y sorprendente.
Supongo que deberíamos tener el paladar entrenado para venir a un sitio así, tan dispuesto a reinventar sabores que creíamos conocer
El menú de mediodía es el que llaman "corto" pero no tenía de corto ni los nombres de los platos y para no quedarnos con ninguna duda, lo pedimos todo. Se trata de investigar no?
Llegados a este punto consideramos que nuestra labor de investigación maridaría perfectamente con un cava, y mejor si era Gramona!
Todo nos parecía pintoresco y la presentación espectacular. Cada plato acompañado de una explicación en la que describen que es cada cosa e incluso como es recomendable comerlo.
Aperitivos con caviar de jengibre y un guacamole fresquísimo
Lo más sorprendente nos pareció la alga Nori tostada y con huevas de pez volador. Dolió un poco saber que habían capturado a un pez volador para esto, pero sin pensarlo demasiado, estaba exquisito. Intenso sabor marino y el tostado del alga recordaba la piel churruscadita de cuando cocinas un pescado a la brasa
El caldo de bonito seco es lo más extrasalado que he probado jamás, no podía dejar de volver a probarlo menos mal que el tabulé contrarrestaba el potente sabor del caldo
El otro primer plato era el pulpo a "la llama" sobre una rica cama de berenjena y cebolla y unas "uñas de gato" también conocido como "raim de pastor" encurtido y salmorejos de dos sabores. El pulpo lo prefiero a la brasa, aunque estaba bueno
Después llegó la pintada que estaba muy jugosa, junto a una "falsa reducción de carne, que primero me recordó a las galletas y después me supo a "papas al jamón". el camarero juró que era levadura de cerveza, pero seguimos sin creerlo del todo
La corvina, también con un punto de cocción perfecto, venía acompañada de un "miniairbag" relleno de un escabeche buenísimo.
Las algas tienen una textura un tanto especial, y que en este caso, no aportaban mucho más al pescado
Cada plato acompañado con un pan de elaboración casera que llegaba a la mesa aún caliente
Con esto llegamos a los postres que no fueron menos sorprendentes que lo que les había precedido
Por supuesto acompañado de su "pan" que en este caso era un dulce. Caracola rellena de guayaba y cacao
De estas bolitas de Seitán inflado y rellenas de una espuma de avellana estaban riquísimas y no quedó ni rastro del jardín que las acompañaban
Una vez llegados al café creímos tener un "déjà vu" cuando vimos aparecer lo que parecía la misma bandeja del principio y que en realidad era una versión dulce que incluía dos láminas de cacao que nos entusiasmaron
(Hasta a los azucarillos les hicimos fotos)
En resumen, cuando tengas el espíritu explorador atrévete a probar en Samsha
